Posts, posts, hashtags, reels, segundos de información que nos invitan a sentir satisfacción instantánea.
Si tenemos suerte quizá pases de esta línea😄, porque quizá tu cerebro empiece a buscar las letras negritas y puedas irte de este texto diciendo que ¡ya supiste de qué trataba!
Tan instantáneo,
cada vez más efímero,
más angustiante, más y más y más
consumir, tomar y desechar.
Con la ansiedad de enterarte,
de saber de todo,
de publicar sobre todo,
repostear, sentir como te llegan las reacciones, como agua a tu piel seca.
Esa velocidad ya está en tu día a día, esa velocidad de querer ir al grano rápido y sin pérdida de tiempo. Llegar a mini clímax de manera constante, llenar el día de actividades, saber de todo, tener tu vida con todo satisfecho.
¿Pero has visto la calidad con la que estamos viviendo?
Te invitamos a darte cuenta:
¿Cuántos minutos eres capaz de leer algo sin saltar las líneas?
¿Cuánto puedes permanecer en un lugar sin la necesidad de querer adelantarte o elegir algo nuevo?
¿Cuánto tiempo eres capaz de estar con una persona sin celular o pantallas?
¿Qué tan abierto te sientes de convivir con personas, para celebraciones o para compartir simplemente el tiempo sin celulares y pantallas?
¿Hace cuánto tiempo pasaste un día sin electricidad?
Estas preguntas quizá nos pueda apoyar a todos a saber a qué velocidad queremos incrementar la vida. Saber si la velocidad realmente sacia a profundidad o es sólo un trago paliativo que mientras más rapidez alcanza, más angustia hay entre satisfacción y satisfacción.
Consciencia a tu instante pero no te pierdas la magia de los procesos
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